Cartas a mi yo de hace 10 años: lecciones de vida y carrera
Dec 01, 2025
Diciembre nos invita, como cada año, a planificar el futuro. A pensar en lo que queremos lograr, en las metas que soñamos alcanzar, en los cambios que deseamos hacer. Pero antes de mirar hacia adelante, hagamos una pausa para mirar atrás.
¿Qué le dirías a tu yo de hace 10 años?
¿Qué has aprendido en esta década que te hubiera gustado saber entonces?
¿Qué heridas sanaste, qué miedos superaste, qué caminos encontraste sin haberlos planeado?
Este es un ejercicio poderoso, no para lamentar lo que no fue, sino para reconocer la mujer en la que te has convertido.
Si pudiera escribirle a esa mujer de hace una década, le diría:
- No tengas miedo de incomodar. Tu voz vale, incluso cuando tiembla. No todas las puertas se abren tocando suavemente.
- Está bien cambiar de opinión. No eres menos firme por evolucionar; eres más valiente por hacerlo.
- El éxito no siempre se ve como lo imaginaste. A veces no es un cargo o una cuenta bancaria, sino paz, libertad y autenticidad.
- No estás sola. Aunque a veces parezca que caminas sin compañía, siempre hay una red —visible o silenciosa— sosteniéndote.
- No te sobreexijas para encajar. La autenticidad es tu mejor estrategia de liderazgo.
- Descansa sin culpa. El descanso también es una forma de avanzar.
- Rodéate de otras mujeres que brillen sin apagar a nadie. Las verdaderas aliadas te hacen crecer.
Lecciones que nos deja el camino
En diez años, cambiamos más de lo que pensamos. Cambian nuestras prioridades, nuestros miedos, nuestras relaciones. Cambian nuestros sueños, porque crecemos y nos atrevemos a soñar más alto. Lo que ayer parecía inalcanzable, hoy es parte de nuestra historia.
Y también aprendemos que:
- El fracaso no te define. La forma en que te levantas, sí.
- Los límites no son frenos, son protecciones.
- El aplauso más importante es el que te das tú misma.
- Ser líder no es tener todas las respuestas, es saber hacer las preguntas correctas.
Antes de hacer tu lista de metas…
Antes de que escribas esa lista de resoluciones para el nuevo año, te invitamos a hacer otra lista:
La de todas las cosas que tu “yo” de hoy ya logró.
Hazlo con cariño, con perspectiva, con compasión. Celebra tus pasos, incluso los más silenciosos. Abraza las versiones pasadas de ti que hicieron lo mejor que pudieron con lo que sabían.
¿Y tú? ¿Qué le dirías a tu yo de hace 10 años?
Tal vez que no se apure. Que confíe. Que los tropiezos también son parte del camino. Que lo que hoy parece caos, mañana puede ser claridad. Que está aprendiendo, creciendo, floreciendo.
Desde SHINE, te invitamos a que cierres este año con gratitud por lo que fuiste, y con esperanza por lo que estás por ser.
Porque la mujer que fuiste abrió paso a la mujer que eres. Y la que eres hoy... está construyendo algo brillante.