La gratitud como práctica de liderazgo: el poder de ser agradecida
Nov 03, 2025
Noviembre nos recuerda el valor de dar gracias. No solo por cortesía o tradición, sino como una práctica poderosa de vida. En un mundo profesional donde a menudo se celebra lo urgente, lo productivo y lo visible, la gratitud puede parecer un detalle menor. Pero en realidad, ser agradecida es una fortaleza silenciosa que transforma cómo lideramos, cómo nos relacionamos y cómo nos sentimos.
La gratitud no es pasividad. Es consciencia
Ser agradecida no es conformarte. No se trata de aceptar lo que no mereces ni de minimizar tus esfuerzos. Se trata de reconocer lo que sí hay, lo que sí has logrado, lo que sí has superado. Es una forma de conectar con la abundancia —personal y colectiva— incluso en medio de los retos.
Practicar la gratitud:
- Nos ayuda a enfocarnos en lo que funciona, no solo en lo que falta.
- Fomenta relaciones laborales más humanas y empáticas.
- Disminuye el agotamiento emocional y el cinismo profesional.
- Nos conecta con el propósito detrás de nuestras metas.
La gratitud también es una decisión
La gratitud no siempre surge sola. A veces hay que elegirla. Decidir ver el valor en lo cotidiano, en lo invisible, en lo que no necesariamente brilla.
Puedes comenzar por agradecer:
- A tu equipo, por su apoyo.
- A ti misma, por no rendirte.
- A los errores, por lo que te enseñaron.
- A los cambios, por lo que te mostraron.
- A las mujeres que te abrieron camino (aunque no las conozcas).
Liderar desde la gratitud
Un liderazgo agradecido es un liderazgo generoso. No se basa en la competencia constante, sino en el reconocimiento mutuo. Quien lidera con gratitud inspira lealtad, colaboración y sentido de pertenencia.
En vez de liderar desde el miedo o la presión, puedes liderar desde el aprecio. Y eso se nota: en cómo hablas, cómo escuchas y cómo reconoces a los demás.
Cierra el año con gratitud
Antes de pensar en lo que no lograste este año, detente a mirar todo lo que sí hiciste posible.
Tu esfuerzo cuenta. Tu proceso importa. Tu crecimiento merece ser reconocido, primero por ti.
Desde SHINE Business & Professional Women te invitamos a hacer de la gratitud una práctica diaria, no solo un gesto estacional. Porque cuando agradeces, no niegas tus retos, pero eliges enfocarte en tu poder.
Y cuando una mujer se reconoce a sí misma con gratitud, se mira con más compasión y se proyecta con más fuerza.